Más estrellas

Las tres obras grandes de la serie Ad astra per aspera, pintadas con acrílico sobre lienzoy de 2 metros de alto por 1,5 m de ancho, están montadas con marco y vidrio. Funcionan en la muestra Nocturno, como una suerte de espejos gigantes, donde los espectadores y las otras obras se reflejan. Me interesaba colocarles vidrio por varias razones. Una, siguiendo el título de la serie, para agregar una dificultad más en el camino a las estrellas. Otra, para añadir una separación física a la separación virtual entre  el espacio íntimo de los desnudos, y el espacio exterior de las estrellas, que de esta manera se encuentran como detrás de una ventana. También para que sea necesario aproximarse a ellas para poder apreciar la pintura, mientras que las otras obras, las más intimas, imponen una distancia. Otra razón, aludir a la fotografía de gran tamaño, especialmente a las de Thomas Ruff. Hay más, pero no quiero aburrir. En las imágenes: los números 4 y 6 de la serie.